domingo, 28 de noviembre de 2010
lunes, 15 de noviembre de 2010
A los 16
En ocasiones es fácil actuar sin pensar, hacer lo que los demás nos digan con tal de evitar “la carilla”, y hasta se suele pensar que el ser valiente es reaccionar y pelear.
“La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo”. Miguel de Cervantes.
Dejemos que la prudencia sea nuestra mejor guía en la toma de decisiones.
Canción: 16 añitos
Canta: Dani Martin
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Adelantarse a las circunstancias, tomar mejores decisiones, conservar la compostura y el trato amable en todo momento, forjan una personalidad decidida, emprendedora y comprensiva.
Había una vez una tortuga que había perdido la memoria y no se acordaba del camino de regreso a su casa. Estaba perdida en el bosque y lloraba. Lloró tanto que el bosque empezó a llenarse de lágrimas.
Esto ocasionó problemas a los enanos del bosque, ya que entraba agua (lágrimas) en sus casas.
Decididos a buscar el origen de tal “inundación”, salieron de sus casas para saber cuál era el problema.
Pronto encontraron a la tortuga llorando desesperadamente y le preguntaron:
-Tortuga, ¿por qué lloras tanto?
-He perdido la memoria y no sé la forma de regresar a casa.
Los enanos tuvieron una ocurrencia. Le colocaron unas hierbas mágicas dentro del caparazón y le dijeron:
-Cada vez que quieras saber lo que debes hacer, pon la cabeza dentro del caparazón, hueles las hierbas mágicas y empiezas a pensar. ¡Verás qué bien funciona!
La tortuga así lo hizo: puso la cabeza dentro del caparazón, olió las hierbas mágicas y pensó: “¿Cuál es la forma de regresar a casa?” A continuación adoptó la postura del pensador y dijo:
-¡Ah!, ya me acuerdo, he de subir este monte y bajar por la orilla del torrente.
La tortuga salió del caparazón, dio las gracias a los enanos y se dirigió hacia su casa.
A partir de aquí, la tortuga siempre supo lo que debía hacer: cuando no se acordaba de algo, ponía la cabeza en el caparazón, pensaba y decidía.
Fuente: Carreras, Ll. Y otros. Cómo educar en valores. Editorial Narcea.
martes, 2 de noviembre de 2010
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